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viernes, 28 de mayo de 2010

el enemigo (Charles Baudelaire)


Mi juventud no fue sino un gran temporal
Atravesado, a rachas, por soles cegadores;
Hicieron tal destrozo los vientos y aguaceros
Que apenas, en mi huerto, queda un fruto sano.

He alcanzado el otoño total del pensamiento,
y es necesario ahora usar pala y rastrillo
Para poner a flote las anegadas tierras
Donde se abrieron huecos, inmensos como tumbas.

¿Quién sabe si los nuevos brotes en los que sueño,
Hallarán en mi suelo, estéril como una playa,
El místico alimento que les daría vigor?

-¡Oh dolor! ¡Oh dolor! Devora vida el Tiempo,
Y el oscuro enemigo que nos roe el corazón,
Crece y se fortifica con nuestra propia sangre.

miércoles, 19 de mayo de 2010

MIENTRAS CORREN LOS GRANDES DÍAS (Enrique Molina)




Arde en las cosas un terror antiguo, un profundo y secreto soplo,
un ácido orgulloso y sombrío que llena las piedras de grandes
agujeros,
y torna crueles las húmedas manzanas, los árboles que el sol
consagró;
las lluvias entretejidas a los largos cabellos con salvajes perfumes
y su blanda y ondeante música;
los ropajes y los vanos objetos; la tierna madera dolorosa en los
tensos violines
y honrada y sumisa en la paciente mesa, en el infausto ataúd,
a cuyo alrededor los ángeles impasibles y justos se reúnen a recoger
su parte de muerte;
las frutas de yeso y la íntima lámpara donde el atardecer se condensa,
y los vestidos caen como un seco follaje a los pies de la mujer
desnudándose,
abriéndose en quietos círculos en torno a sus tobillos como un
espeso estanque
sobre el que la noche flamea y se ahonda, recogiendo ese cuerpo
melodioso,
arrastrando las sombras tras los cristales y los sueños tras
los semblantes dormidos;
en tanto, junto a la tibia habitación, el desolado viento plañe
bajo las hojas de la hiedra.
¡Oh Tiempo! ¡Oh, enredadera pálida! ¡Oh, sagrada fatiga de vivir...!
Oh, estéril lumbre que en mi carne luchas! Tus puras hebras trepan
por mis huesos,
envolviendo mis vértebras tu espuma de suave ondular.
Y así, a través de los rostros apacibles, del invariable giro del Verano,
a través de los muebles inmóviles y mansos, de las canciones
de alegre esplendor,
todo habla al absorto e indefenso testigo, a las postreras sombras
trepadoras,
de su incierta partida, de las manos transformándose en la gramilla
estival.
Entonces mi corazón lleno de idolatría se despierta temblando,
como el que sueña que la sombra entra en él y su adorable carne
se licúa
a un son lento y dulzón, poblado de flotantes animales y neblinas,
y pasa la yema de sus dedos por sus cejas, comprueba de nuevo
sus labios y mira una vez más sus desiertas rodillas,
acariciando en torno sus riquezas, sin penetrar su secreto,
mientras corren los grandes días sobre la tierra inmutable.

sábado, 15 de mayo de 2010

oda a la sangre (Ricardo Molinari)



Esta noche en que el corazón me hincha la boca duramente,
sin pudor, sin nadie, quisiera ver mi sangre corriendo
por la tierra:
golpeando su cuerpo de flor,
-de soledad perdida e inaguantable-
para quejarme angustiosamente
y poder llorar la huida de otros días,
el color áspero de mis viejas venas.
Si pudiera verla sin agonía
quemar el aire desventurado, impenetrable,
que mueve las tormentas secas de mi garganta
y aprieta mi piel dulce, incomparable;
no, ¡las mareas, las hierbas antiguas,
toda mi vida de eco desatendido!

Quisiera conocerla espléndida, saliendo para vivir fuera de mí,
igual que un río partido por el viento,
como por una voluntad que sólo el alma reconoce.
Dentro de mí nadie la esperó. Hacia qué tienda o calor ajeno
saldrá alguna vez
a mirar deshabitada su memoria sin paraíso,
su luz interminable, suficiente.
Quisiera estar desnudo, solo, alegre,
para quitarme la sombra de la muerte
como una enorme y desdichada nube destruida.

Si un día no fuéramos tan extraños, defendidos,
que oyéramos gemir las hierbas igual que un sediento
hábito peregrino,
limpios del humor sucio, corruptivo,
me cortaría las venas de amor
para que se escuchase su retumbar;
para vestir mi cuerpo solitario
de un larguísimo fuego delicioso.

Pero no ha de llegar nunca ese tiempo mágico,
como no llega la felicidad
donde no vive el olvido, una voz muerta,
apagada voluntariamente.
Ni mar ni cielo ni flor ni mujer: nada;
nadie la ha visto llevar su rosa vulnerable,
su desierto extraviado entre inútiles bocas.
¡Qué duro silencio la cubre!
Ya no sé dónde llega o la distrae la vida
o desea dejarla
desprendida.
Dónde se angosta su piel imposible,
su lento signo enigmático: llama de esencia sin despedida.

A través de la carne va llorando,
metida en su foso sin cielo,
en su noche despreciada,
con su lengua eterna, contenida.
Qué gran tristeza la vuelve a la vida sin cansancio;
al reposo, cerrada.

¡La muerte inmensa vela su sueño sin alborada!

Nadie sabe nada, nunca. Nada.
Todo es eso. ¡Ansiedad vuelta hacia dentro,
sorda, detestable; alejada!

Majestuosa en su mundo obscuro, volverá a su raíz
indefinida, penetrante, sola.
Tal vez un río, una boca inolvidable,
no la recuerden.

martes, 11 de mayo de 2010

los amantes (julio cortazar)


Quién los ve andar por la ciudad
si todos están ciegos ?
Ellos se toman de la mano: algo habla
entre sus dedos, lenguas dulces
lamen la húmeda palma, corren por las falanges,
y arriba está la noche llena de ojos.

Son los amantes, su isla flota a la deriva
hacia muertes de césped, hacia puertos
que se abren entre sábanas.
Todo se desordena a través de ellos,
todo encuentra su cifra escamoteada;
pero ellos ni siquiera saben
que mientras ruedan en su amarga arena
hay una pausa en la obra de la nada,
el tigre es un jardín que juega.

Amanece en los carros de basura,
empiezan a salir los ciegos,
el ministerio abre sus puertas.
Los amantes rendidos se miran y se tocan
una vez más antes de oler el día.

Ya están vestidos, ya se van por la calle.
Y es sólo entonces
cuando están muertos, cuando están vestidos,
que la ciudad los recupera hipócrita
y les impone los deberes cotidianos.

ESTE SILENCIO, SU NOMBRE Y LA CADENCIA FATAL DE CADA LETRA

a Ana Escarzaga.


Este silencio, su nombre, y la cadencia fatal de cada letra.
La tarde dejando a su paso esta sensación de muerte.
El esbozo de una voz gritando entre escombros de huesos viejos.

Los acordes de un piano y la oscuridad del dormitorio donde mi cuerpo respira el aire pesado de un instante eterno.
un averno sumergido en la sangre, donde mis latidos se pierden, los oscuros senderos de
esta mente que se detiene a padecer el despiadado letargo de la ineficiencia.

El tiempo como el río arrastrando lo que ha sepultado. La eternidad de cada minuto como el agua que muerde las orillas de una costa que se encoje.
El designio que éste esconde tras sus murallas.
los rostros que juraron salvarte de la muerte,
los besos en la niebla quemando el silencio.


ALFREDO VIÑAS

educar y castigar.

cuando las balas se dispersen, y los pupitres llenos de sangre.
se reflejen como un cuadro difuso en tus ojos quietos y cristalizados.
cuando las hojas de las carpetas sobre el suelo., reciban los pisotones desesperados
de los cobardes, de los bufones del parlamento de los tormentos inconcientes.
aquellos que sin culpas te señalaron en un pandemonio de risas y burlas/
que dañaron tu siquis.cobardes como las ratas en la noche, que se ocultan ante el menor ruido/
para hacerte llorar de rabia, para hacerte sentir la miseria de los condenados a un sistema competitivo.
desde la cuna,desde el infierno mismo de las vilezas humanas,escupiran su odio hasta que revientes.
estaran al acecho de un corazon suceptible para exprimirlo hasta que agonices de rabia y asco.


y despues de tanto odio contenido,despues de haber bailado la danza humillante de las vejaciones escolares.
despues de despertar cada mañana con el espiritu carcomido,deseando no despertar
y despues ¿quien sera el culpable, cuando tu corazon lata tan fuerte que pierdas el pulso en un disparo.?
y despues ¿quien sera responsable de los traumas que llevaran a tu falta de estima hasta la hora definitiva.?

estaran ahi,regodeados en tu debilidad.
estaran ahi,esperando el momento en que caigas.
estaran ahi,sobrevolando como buitres.
estaran ahi,para alimentar el ego de un corazon agusanado.

y despues quien velara por las horas imposibles en que recuerdes los años en una pricion
y despues quien estara a tu lado cuando incapaz de amar vagues por las calles como un perro apaleado.
y despues quien llorara cuando el hijo del odio reviente a balazos la cabeza de los alumnos.
y despues quien te señalara cuando en la sangre que mancho tu cara se refleje un alivio y un vacio.
y despues quien dictara la sentencia cuando habiendo acabado con todos acabes contigo.?
despues no habra despues, solo una cronica amarillista, salpicada de hipocrita moralina.
despues la foto de los cerdos que pasaran a ser buena gente, alumnos ejemplares.
despues te perseguiran hata tu muerte, sedientos de la venganza mas cobarde.

los padres lloraran por sus hienas infantes, ajenos, crieaderos de cuervos en casas ostentosas.
los padres que aplastara algun dia la decadencia de la burguesia, el nihilismo atroz,la ostentacion forzada.
los padres de los hijos que calcinaron tu esencia en una hoguera de prejuicos arrastrados, impuestos.
los hijos de la comida chatarra, escupiendo sobre tu cara, los hijos de niñeras mal pagas, buscando la aceptacion de tus compañeros, seran mañana dueños del mundo, y te oprimiran en un mugroso piso de ventas,con la misma cara y jugando a ser inocentes entre aviones de plomo, y guerras de "tizas" millonarias.


Alfredo Viñas

lunes, 10 de mayo de 2010

premio nacional de literatura tres de febrero 2010 (poesia y cuento)

En el Bicentenario de la Revolución de Mayo

La Sociedad de Escritores de Tres de Febrero convoca a personas mayores de 18 años a participar en el concurso de Poesía y Cuento 2010 auspiciado por la Oficina Municipal de Letras de Tres de Febrero, en el Bicentenario de la Revolución de Mayo.

Categorías y extensión de las obras

Se considerarán solamente dos (2) categorías: Poesía y Cuento.

Categoría Poesía: Las obras no deberán exceder los 60 (sesenta) versos (tipo Arial 12) y podrán estar escritas en verso libre, o no.

Categoría Cuento: Las obras no podrán superar las 3 (tres) carillas en hoja A 4 (tipo Arial 12). El tema será libre y no se admitirán escritos en prosa poética.

Cantidad de obras por autor

Cada autor podrá presentar hasta un (1) trabajo por categoría aunque haya sido editado o premiado con anterioridad. No se aceptarán trabajos que hubieren recibido premios o menciones en este Premio Nacional de Literatura Tres de Febrero.

Presentación y envío de los trabajos

Cada obra se presentará por duplicado, escrita a máquina o en computadora, fuente Arial, cuerpo 12 e impresa en papel tamaño A 4. Se indicará el seudónimo en todas las páginas, y éstas se remitirán dentro de un sobre titulado: Premio Nacional de Literatura Tres de Febrero 2010, a Julio Perdiguero 2310, Caseros (1678) Provincia de Bs. As. Quienes participen en ambas categorías deben utilizar el mismo seudónimo para sus obras.

En la parte posterior del sobre se escribirá sólo el domicilio del remitente y el / los géneros en que participa. Adentro del mismo, junto a las obras, se colocará un sobre menor en el que se lea el seudónimo elegido, y en cuyo interior figuren los siguientes datos del autor: nombre y apellido, seudónimo, fecha de nacimiento, domicilio, localidad, provincia, teléfono, correo electrónico, título de la obra y N.º de DNI. Los participantes que fuesen docentes o con domicilio en Tres de Febrero, deberán también consignarlo como un dato más de sus filiaciones. Para el caso de remitirse las obras por correo, deberá incluirse dentro del sobre grande el comprobante original del giro postal.
Premios

En cada categoría, se otorgarán los siguientes premios:

Primero: $1500 (mil quinientos pesos), diploma y medalla;

Segundo: $500 (quinientos pesos), diploma y medalla;

Tercero: $300 (trescientos pesos), diploma y medalla.

Los premios en dinero sólo se harán efectivos si el ganador se encuentra presente durante la ceremonia de entrega de premios. Quienes no se hagan presentes en dicho acto, sea cual fuere el motivo de la ausencia, quedarán excluidos definitivamente de recibir esa parte del premio.

Los diplomas o medallas que no se retiren durante la entrega de premios, serán remitidos por correo. Los organizadores no se responsabilizarán, en ese caso, por los daños o extravíos sufridos durante el envío.
Premio Hernández de Plata para autores locales

Los participantes que residan en Tres de Febrero, concursarán además por el Premio Hernández de Plata en cada categoría, que consistirá en una plaqueta con la imagen plateada de José Hernández, diploma y la edición de un libro que contendrá obras de los dos ganadores de esta distinción.
Premio Marechal para docentes

Los participantes que acrediten condición de docentes (de grado, directivos, en tareas pasivas y jubilados, ejerzan o no dicha condición en cualquiera de las ramas de la enseñanza privada u oficial), concursarán además por el Premio Marechal de Plata en cada categoría, que consistirá en una plaqueta con la imagen plateada de Leopoldo Marechal, diploma y $500 (quinientos pesos).

Se entregarán además, diplomas a otros veintidós (22) trabajos seleccionados en cada categoría del total de trabajos recibidos.

El libro del Premio Nacional

Los cincuenta (50) trabajos seleccionados, integrarán un volumen que se editará con auspicio de la Oficina Municipal de Letras de Tres de Febrero, sin cargo alguno para los autores, quienes recibirán ejemplares gratuitos en un acto a realizarse durante 2011. La participación en este concurso implica la aceptación de ser incluido en dicho libro y la renuncia a compensaciones por derechos de autor por esta única edición. Los organizadores no están obligados a la edición de caligramas o de textos que alteren el sentido gráfico del libro.

Preseleccionados

La nómina de títulos y seudónimos preseleccionados será expuesta solamente durante el acto de entrega de premios.

Arancel

La inscripción tendrá un arancel único de $20 (veinte pesos) por autor, para gastos, que podrá abonarse de las siguientes maneras:

* Personalmente, en la Sociedad de Escritores de Tres de Febrero, sita en Julio Perdiguero 2310, Caseros, Partido Tres de Febrero, en días hábiles, en el horario de 9 a 16 hs.

* Mediante Giro Postal en Correo Argentino a nombre de Sociedad de Escritores de Tres de Febrero Asociación Civil sobre Sucursal Caseros. De acuerdo a las normas vigentes, el pago mediante giro postal no exige ningún otro dato.

Cronograma

Los trabajos se recibirán hasta el 31 de agosto de 2010. Para las obras que se remitan por correo se tomará como válida la fecha del sello postal de envío. El acto de entrega de premios se realizará durante el año en curso, en lugar y fecha a confirmar.

Jurado

El fallo del jurado será inapelable. Los trabajos no seleccionados se destruirán. El material presentado incorrectamente será descalificado del concurso. El solo hecho de participar en el mismo, implica la aceptación total de este reglamento. Cualquier imprevisto en el presente reglamento será solucionado por los organizadores.

Exclusiones

El personal de la Oficina Municipal de Letras de Tres de Febrero y los miembros de Comisión Directiva de la Sociedad de Escritores de Tres de Febrero, quedan excluidos de concursar en este certamen.


Correo electrónico: laoficinadeletras@yahoo.com.ar y sade.tres@yahoo.com.ar




Municipalidad de Tres de Febrero Sociedad de Escritores

Dirección de Cultura de Tres de Febrero

Valentín Gómez 4726 - Caseros Julio Perdiguero 2310 - Caseros

Teléfono 011-4759-4080 Teléfono 011- 4750-5856

sábado, 8 de mayo de 2010

che Guevara hoy.


Que no sea la razón, quien hurgando en la memoria, busque en esta historia el hilo conductor hacia un echo razonable.
Por un azar del tiempo, o un sortilegio del destino nadie sabe, ni es el propósito de esta historia develar el suceso.

Solo se que un día lo vieron vagando por buenos aires con la mirada perdida en los altos edificios.
El también buscaba entender que habría pasado con el después del informe oficial que lo daba por muerto.
En el aturdimiento de encontrarse en una ciudad desconocida solo atino a buscarse en los periódicos.
Busco sus libros por las librerías monopolicas del centro sin suerte. no entendía del todo por que se detenían ante el Ordás de oficinistas con raros artefactos en las manos que supuso servirían para tomar fotografías.

Al rato creyó comprenderlo todo, vio su cara en la pared de un barrio humilde, quiso entablar conversación con los vecinos pero solo lo reconocían por su aspecto, creyeron de algún modo que se trataba de la aparición de un muerto, o un santo.

Aturdido por la situación solo se detuvo en una esquina cualquiera, y un murmullo de bombos y gritos lo hipnotizo lentamente llevándolo hacia una manifestación de jóvenes estudiantes.
Vio su aspecto desmejorado repetido bajo la careta de la opulencia, la barba desprolija perfumada por exóticas fragancias. la ropa que se rompe en los galpones ilegales de las grandes marcas.
Las pipas que no acogen en sus nubes ningún pensamiento.

Vio cientos de puños alzarse, pero ningún fusil, a pesar de las amenazantes consignas de los partidos.
Con algo de rabia balbuceo unas frases repetidas por todos, que sonaron como ecos en el bullicio imperante.
Dijo-en una revolución se triunfa o se muere si es verdadera- pero no era tiempo para revoluciones le dijo alguien al oído. Era tiempo de levantar banderas influidos por la efervescencia que dan las muchedumbres, nada más.

Camino toda esa noche con lagrimas en los ojos, también el se desconocía a si mismo, vio los carros de cartoneros tirados por un caballo triste, amenazado por el látigo de un niño aun mas triste y hambriento que la desafortunada bestia.

en esa pesadilla se durmió en un banco de plaza anhelando desaparecer por completo, anhelando dejar de ser el, al menos hasta que fuera su nombre la ultima frase de un joven que se ahogaba en convulsiones de sangre, sin soltar el fusil sufriendo no por el ahogo sino por no poder gritar por ultima vez, hasta la victoria siempre.


Oscar Alfredo Viñas

lo inevitable

Habrá un día sin noche,
bajo un cielo que se ahoga de a poco.
y en los ojos sentirás
la irónica caricia de los dioses que contemplan tu muerte bajo un cielo infinito.

Será el día en que perdida la última batalla, frente al espejo, verás las arrugas en tu cara.
Como un soldado que entre las ruinas divisa su humilde casa,
entrarás en tu extensa biblioteca y verás los viejos y torpes dedos paseándose
entre las hojas amarillas.

Verás por tu ventana cómo van a una fosa las estrellas de la noche,
y la agonía la traera el recuerdo.
Sentirás a tu corazón detenerse, temblar tus piernas, y la despedida será tan cruel como la llegada.

Y después, aun existirá mañana y la luna seguirá acariciando el lomo inquieto de los ríos.
Seguirán naciendo los hombres y vano será su esfuerzo por detener esta presurosa marcha.
Pasarán ante tus ojos los rostros que amaste, otros tantos desconocidos.
Y cuando impávido e inmóvil te contemplen todos estarán dispuestos a pasar su
tibia caricia, a dejarte flores que jamás deleitarán tu olfato.

Pero nadie estará esta noche, en que el dolor le gana al sueño, sin saber si fue
éste nuestro último poema escrito.


Oscar Alfredo Viñas.

viernes, 7 de mayo de 2010

cementerio y ciudad


bueno finalmente y después de muchas idas y vueltas sale "cementerio y ciudad", mi primer libro de poesías. quizá esta publicación no sea lo que soñé cuando comencé a escribir estas poesías allá por el año 2000, el libro lo eh editado yo, amparándome en el "hazlo tu mismo" y optando por una edición sobria, en la cual intento mostrar principalmente lo que eh escrito en momentos de profunda soledad, no como método catártico, sino como un proceso existencial en el cual la poesía fue un vehículo inestimable. quizá hoy al releer ciertas cosas, creo que podrían estar mejor, ese sentimiento acompaña al poeta hasta el día de su muerte,pero la satisfacción es recordar que cada linea fue escrita por alguien que siempre tuvo el anhelo de ser poeta, no de escribir por pulir sus asperezas sentimentales,aunque si tuviese que definir por que lo hago , no sabría explicarlo, al igual que por que no imagino mi vida sin la literatura y la política.
mi anhelo seria que esta humilde edición, se haga eco de manos humildes, ya que no se escribir de oto modo,ni para otro destinatario que el pueblo.
mi deseo es que este libro se pierda entre los tantos publicados como uno mas, y al perderse se pierda con quien lo lea,sin esperar nada,mas que un instante preciso donde el libro y lector sean uno, y en esa simbiosis estará revelada la naturaleza de sus poesías, así se ira de mi para ser de todos o de nadie, a cumplir su ciclo, ese ciclo indefinible hacia el olvido,que todos sin excepción tememos y cumplimos.

este diseño de tapa pertenece a "marmol" que gentilmente se ah ofrecido a dibujar el motivo de tapa.

jueves, 6 de mayo de 2010

su cielo una bolsa negra

se murio de frio viendo el cielo por ultima vez.
aterrado, y sin pensar que seria en horas
carne tiesa para algun estudiante de medicina.
un nn en en un boletin municipal.
un linyera ante los transeuntes chismosos.
aun asi murio de frio mirando el cielo, con terror.
sin saber lo que era la comida caliente, ni las discuciones familiares,
los comentarios pueriles aturdidos por la televisión a todo volumen.
ni siquiera un cajon digno tendra el miserable,nadie que lo llore,
nadie que deje flores ante un cristo oxidado del cementerio.
ahora el cielo se nubla, y no hay mas bocanadas,una bolsa negra lo cubre,
ante el murmullo de la gente que se aleja a retomar su rutina teniendo algo que contar cuando el sielncio se haga incomodo en la mesa repleta , o la cama caliente de un hogar acojedor.


Oscar Alfredo Viñas.

maria la sirvienta (JUAN GELMAN)


Se llamaba María todo el tiempo de sus 17 años,
era capaz de tener alma y sonreír con pajaritos,
pero lo importante fue que en la valija le encontraron
un niño muerto de tres días envuelto en diarios de la casa.

Qué manera era esa de pecar de pecar,
decían las señoras acostumbradas a la discreción
y en señal de horror levantaban las cejas
con un breve vuelo no desprovisto de encanto.

Los señores meditaron rápidamente sobre los peligros
de la prostitución o de la falta de prostitución,
rememoraban sus hazañas con chiruzas diversas
y decían severos: desde luego querida.

En la comisaría fueron decentes con ella,
sólo la manosearon de sargento para arriba,
pero María se ocupaba de soñar,
los pajaritos se le despintaron bajo la lluvia de lágrimas.

Había mucha gente desagradada con María
por su manera de empaquetar los resultados del amor
y opinaban que la cárcel le devolvería la decencia
o por lo menos francamente la haría menos bruta.

Aquella noche las señoras y señores se perfumaban
con ardor
pero el niño que decía la verdad,
por el niño que era puro,
por el que era tierno,
por el bueno, en fin,
por todos los niños muertos que cargaban en las valijas
del alma
y empezaron a heder súbitamente
mientras la gran ciudad cerraba sus ventanas.